
Salto de Aldeadavida (Salamanca)
Imagina las medidas de seguridad de 1956… Hoy en día los técnicos de prevención de riesgos laborales se echarían a temblar.
Pues esa es la normativa que cumplían los dos puentes grúa que hemos revisado hace unos días en la central hidroeléctrica de Aldeadávila (Salamanca).
Bueno, lo era cuando se fabricaron.
Pero la normativa ha cambiado para mejor y hay que adaptarse.
Así que, nuestros técnicos han revisado todo y han aplicado cambios en los movimientos de traslación de los puentes grúa.
Y ojo, que no son simples puentes grúa de carga de peso. Son los que se utilizan para el mantenimiento de los transformadores de la central.
Por eso, hemos instalado variadores de frecuencia con resistencia de frenado. Así, los arranques y las paradas serán más suaves y con menos oscilaciones.
Y hemos añadido algo más: una segunda velocidad mucho más lenta para aproximaciones.
¿Cuál es la ventaja de hacer estos cambios?
Evitan el desgaste mecánico de componentes de hace 66 años. Calcula lo difícil que sería sustituirlos… y el gasto que supondría.
Así que (como para casi todo en esta vida) más vale prevenir que curar.