Acabamos de ponernos a prueba.
Y no ha salido nada mal.

Una de las cosas que más nos gustan de trabajar en proyectos a medida es que mantienen vivo nuestro ingenio.
Justo lo que acabamos de hacer para la Base Naval de Rota, en Cádiz.
En esta ocasión teníamos que diseñar y fabricar un pórtico grúa ligero, con uniones atornilladas y que se pudiera desplazar entre edificios.
También, debía soportar una carga máxima de 3 toneladas.
(Deben levantar motores de helicópteros, que pesan hasta 2,8 toneladas).
Además, la altura de las patas debía ser regulable.
Desde 3.900 mm hasta 5.500 mm.
Y el polipasto debía ser de cadena con variador de frecuencia en la elevación para un mejor control de los movimientos.
Después de muchos cálculos y análisis de las opciones que teníamos, nos decidimos por una estructura de aluminio.
Eso lo hace más ligero y fácil de trasladar.
Y para darle más libertad de movimiento, hemos asegurado un hueco libre entre las patas de 7.500 mm.

Para terminar, le instalamos ruedas de nylon con freno.
Así facilitamos los desplazamientos y la seguridad del pórtico.